Posted by Dude420 | Posted in | Posted on 3:50 p. m.
Acabo de encontrar estos datos en una página muy interesante acerca del cigarrillo... Yo que soy un empedernido fanatico que quiere dejar de fumar... me dan tantos animos y como me siento hoy... quisiera que no fuera demasiado tarde.
Vean:
20 minutos después: su presión sanguínea baja casi al mismo nivel en que se encontraba antes de fumarse el último cigarrillo. La temperatura de las manos y los pies aumenta hasta lo normal.
8 horas después: el nivel de monóxido de carbono en su sangre baja hasta lo normal.
24 horas después: el riesgo de sufrir un ataque cardíaco disminuye.
En los próximos 3 meses: su circulación mejora y su función pulmonar aumenta hasta un 30%.
De 1 a 9 meses: disminuyen la tos, la congestión nasal, el cansancio y la dificultad para respirar; los cilios (estructuras parecidas a vellos pequeños que eliminan el moco de los pulmones) recuperan su función normal en los pulmones, lo que aumenta su capacidad para controlar las mucosidades, limpiar los pulmones y reducir las infecciones.
1 año después: el riesgo excesivo de presentar una insuficiencia coronaria se reduce a la mitad del que tienen los fumadores.
5 años después: el riesgo de sufrir un derrame cerebral se reduce al nivel de una persona que no fuma.
10 años después: el índice de mortalidad debido al cáncer del pulmón se reduce a casi la mitad del que afronta una persona que fuma. Disminuye el riesgo de contraer cáncer de la boca, la garganta, el esófago, la vejiga, el riñón y el páncreas.
15 años después: el riesgo de padecer de insuficiencia coronaria es el mismo que el de una persona que no fuma.
(US Surgeon General's Report, 1990, p.79)
¿Habrá algún refugio en la bareta?
Vean:
20 minutos después: su presión sanguínea baja casi al mismo nivel en que se encontraba antes de fumarse el último cigarrillo. La temperatura de las manos y los pies aumenta hasta lo normal.
8 horas después: el nivel de monóxido de carbono en su sangre baja hasta lo normal.
24 horas después: el riesgo de sufrir un ataque cardíaco disminuye.
En los próximos 3 meses: su circulación mejora y su función pulmonar aumenta hasta un 30%.
De 1 a 9 meses: disminuyen la tos, la congestión nasal, el cansancio y la dificultad para respirar; los cilios (estructuras parecidas a vellos pequeños que eliminan el moco de los pulmones) recuperan su función normal en los pulmones, lo que aumenta su capacidad para controlar las mucosidades, limpiar los pulmones y reducir las infecciones.
1 año después: el riesgo excesivo de presentar una insuficiencia coronaria se reduce a la mitad del que tienen los fumadores.
5 años después: el riesgo de sufrir un derrame cerebral se reduce al nivel de una persona que no fuma.
10 años después: el índice de mortalidad debido al cáncer del pulmón se reduce a casi la mitad del que afronta una persona que fuma. Disminuye el riesgo de contraer cáncer de la boca, la garganta, el esófago, la vejiga, el riñón y el páncreas.
15 años después: el riesgo de padecer de insuficiencia coronaria es el mismo que el de una persona que no fuma.
(US Surgeon General's Report, 1990, p.79)
¿Habrá algún refugio en la bareta?
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